Cualidades que todo diseñador gráfico debería llevar en su portafolio
Oriana Nuñez
Ser parte de la industria creativa del diseño gráfico implica llevar en alto elementos como pasión, gran curiosidad y un sinfín de otras cualidades que preceden al talento innato. La innovación es una de las principales claves del éxito en cualquier modalidad de esta área, en donde aquello que es diferente, creativo y nuevo es lo que más llama la atención del público. Habilidades espontáneas que, dado el tecnicismo de sus normativas, precisan un nuevo y dinámico estilo.
Sensibilidad artística
Al aprender una nueva técnica en alguna disciplina artística se suele omitir algo muy importante: la calidad humana como base. En el proceso de enseñanza no siempre se le toma en cuenta, y es que algunos profesores toman importancia en el aprendizaje técnico más allá de la sensibilidad.
Un diseñador debe ser sensible a todo tipo de manifestaciones artísticas y culturales, pues solamente a partir de estas podrá realizar proyectos con un delicado sentido humano. Mediante a ella, se descubre el sentido de la belleza logrando captar diversos aspectos del mundo y del arte para desarrollar su imaginación y su creatividad.
Vocación
Una cualidad que resalta entre las más importante, pues un diseñador puede tener un sinfín de características que le beneficien, pero sin la vocación este no circula entre los profesionales que aman su trabajo, sin posibilidades de explotar todo su potencial.
Capacidad de organización
Tanto el trabajo en equipo como la capacidad de organización son características necesarias a la hora de desempeñarse en la labor del diseñador. Hay muchas ocasiones en las que se deberá trabajar en equipo; sin embargo, también hay otras en las que éstos deben ser capaces de organizar su propio tiempo, gestionar sus propios proyectos y cumplir sus fechas de entrega.
Constancia
El diseño cambia y evoluciona de forma constante. Esto significa que las modas y tendencias no siempre son las mismas; por este motivo, al empezar en el mundo del diseño no siempre es fácil llamar la atención del público. Otra de las características que tienen en común todos los buenos diseñadores es la constancia y la pasión por su profesión.
Ante un rubro tan exigente y cambiante, los diseñadores exitosos no solo se nutren por la creatividad, dentro de un talento innato llevan además el peso del esfuerzo, la paciencia y su evaluación constante; elementos que, juntos y precisados, trazan el éxito de la carrera.